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Portada del artículo del blog de Víttrea que habla sobre las 4 claves de un buen microscopio dental.

Las 4 Claves de un buen Microscopio Dental

Para ayudarnos en nuestra práctica clínica diaria tenemos a nuestra disposición el microscopio dental, una herramienta indispensable para llevar a cabo diagnósticos y tratamientos de alta precisión. Para valorar las diferentes funciones disponibles en un microscopio odontológico tenemos que saber diferenciar las partes más importantes que lo componen.

4 Claves de un Buen Microscopio Dental

En publicaciones anteriores, hablamos de la importancia del uso del microscopio en odontología y de cómo su incorporación en clínica en los últimos años ha mejorado el trabajo diario de odontólogos y especialistas en endodoncia, microcirugía, periodoncia, estética o implantología.

Hoy vamos a adentrarnos en las partes que componen un microscopio dental con el objetivo de reconocer aquellos aspectos más importantes y qué función cumplen para el trabajo en clínica.

Partes esenciales de un microscopio

A grandes rasgos, podemos distinguir cuatro puntos clave que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un microscopio como herramienta de trabajo:

 

1. Óptica

La óptica en microscopía es uno de los aspectos más importantes ya que de ella depende la nitidez y contraste de la imagen final.

Y por eso, debemos tener en cuenta lo siguiente:

Tipos de lentes

Existen varios tipos de conjuntos de lentes usados en microscopios, pero solo los fabricados con lentes apocromáticas garantizan la máxima nitidez. Este tipo de sistema óptico se compone de un triplete de lentes que corrige la aberración cromática y esférica, dando como resultado imágenes de alto contraste, muy fieles a la imagen real.

Aumentos

Los aumentos también son importantes para obtener una magnificación adecuada.

Un microscopio tiene que tener un amplio rango de aumentos para que su uso sea útil en todo tipo de especialidades. Un rango de aumentos de 1,5X a 20X cubre un amplio espectro de aplicaciones de uso y se podrá utilizar en cualquier área de la odontología: endodoncia microscópica, microcirugía, cirugía periodontal, estética dental, prótesis o implantología.

Lo más habitual es encontrar los rangos de magnificación en una rueda lateral que nos ayuda a localizarlos y modificarlos de manera más sencilla e intuitiva.

Enfoque

Contar con sistema de foco variable permite realizar un ajuste de enfoque fino, por lo que se consigue que la distancia de trabajo no sea fija, sino que el usuario tenga total control sobre la posición del microscopio.

Filtros

Un microscopio dental es esencial que cuente con un filtro naranja integrado, indicado cuando trabajamos con materiales fotopolimerizables.

Además, en modelos de última generación, podemos encontrar filtros con un gran abanico de posibilidades (filtro verde y naranja, sistemas de autoflorescencia, etc).

Binoculares ajustables

Los binoculares ajustables permiten ajustar la distancia interpupilar de forma rápida y sencilla, ya sea con un sistema de guía lineal o con un sistema manual rotatorio. Además, deben poder graduarse para proporcionar una visión nítida, adaptándose a las necesidades visuales del usuario.

También es importante que el binocular pueda inclinarse de forma que se pueda trabajar en una postura cómoda, incluso en los tratamientos en los que es necesario llegar a zonas poco accesibles.

 

2. Iluminación

La iluminación es otro de los aspectos claves de un buen microscopio dental.

La transmisión de luz debe estar lo más cercana posible al eje óptico para un rendimiento óptimo y un foco de luz uniforme, que alcance toda la zona de trabajo por muy profunda y oscura que sea. Se debe poder apagar con un solo toque sin interferir en la práctica clínica del odontólogo. Por ello, es aconsejable seleccionar un microscopio con haz de luz regulable que se adapte a las diferentes especialidades de la odontología ya que, por ejemplo, no es lo mismo tener que realizar un tratamiento estético que una endodoncia donde la luz debe estar localizada en una sola pieza dental.

Otro aspecto importante al que debemos prestar especial atención es la temperatura de color y su nivel de intensidad. La luz LED es el sistema más adecuado para un microscopio dental ya que no desprende apenas calor, no precisa ventilación y es muy silencioso. Los sistemas de iluminación de Köhler son una buena alternativa al cable de fibra y los espejos, por su mayor vida útil.

 

3. Documentación

La documentación es fundamental hoy en día con el apoyo de las nuevas tecnologías. Las imágenes reales son muy convincentes ya que nos permiten mostrar a los pacientes material de alta definición para explicar el tratamiento que se va a realizar y, además, constituyen un gran avance en el campo de la documentación clínica.

De ahí que un buen microscopio tenga diferentes conexiones con puertos USB o HDMI que mejoren el flujo de trabajo e incluso corriente continua para que sea posible retroalimentar las baterías de las cámaras de fotografía o vídeo de última generación de marcas tan reconocidas como Nikon, Sony o Canon.

Los microscopios quirúrgicos deben ser compatibles con soluciones de vídeo y fotografía que cuenten con sistemas de alta calidad como Full HD/4K. Además, existen innovadoras soluciones en el mercado para integrar los smartphones, ampliando el abanico de opciones en documentación.

 

4. Ergonomía

Debido a las largas jornadas laborales, tenemos que estar cómodos y mantener una buena higiene postural, con la espalda recta y relajada, para evitar problemas musculares.

Ergonomía postural

La libertad de movimiento mientras se utiliza un microscopio favorece que el odontólogo adopte una postura cómoda, sin tensiones, eliminando dolores en cuello y en espalda.

Dentro del gabinete, teniendo en cuenta las limitaciones de espacio o las necesidades de trabajo, prestaremos atención al tipo de instalación que mejor se adapta. Lo más habitual es encontrarlo en pared, a techo o con ruedas.

Ergonomía visual

La ergonomía visual es otro punto a tener en cuenta ya que la magnificación está pensada para evitar la fatiga visual, aumentar el rendimiento de nuestra visión para la realización de diagnósticos más precisos y tratamientos menos invasivos.

Por último, pero no menos importante, es la facilidad de uso. Nuestra primera impresión debe ser que el microscopio es sencillo de manejar, con ajustes intuitivos y que, las opciones a la hora de cambiar de magnificación o de luz, sean claras para conjugar con una práctica clínica diaria eficaz.

En Víttrea te ofrecemos el microscopio dental Flexion de Cj-Optik que cumple todos los aspectos descritos en este artículo y que, además, te ayudará en tu trabajo clínico diario.

Consúltanos y te asesoraremos sin ningún compromiso:
Escríbenos un correo a hola@vittrea.com o llámanos al 627 52 51 65 preguntando por nuestra directora comercial Marta Soler.